Cómo se prueban los tratamientos: una mejor investigación para una mejor atención en salud es el título del libro publicado por la Organización Panamericana de la Salud en español. Este texto, adaptado para ser leído por pacientes y lectores en general además de por profesionales sanitarios, tiene tres objetivos principales:
1. Promover una evaluación pública más crítica de los efectos de los tratamientos.
2. Contribuir a que los pacientes y los profesionales sostengan un diálogo mejor informado acerca de las opciones terapéuticas.
3. Aumentar los conocimientos y la participación del público en las pruebas sobre los tratamientos.
Fue en 1766 cuando se realizó el primer ensayo comparativo: James Lind, cirujano a bordo del buque de guerra Salisbury, usó una prueba imparcial para comparar seis de los remedios que se usaban entonces para tratar el escorbuto, una enfermedad que mataba a un gran número de marineros durante los viajes largos. Demostró así que las naranjas y los limones, que contienen vitamina C, eran una cura muy eficaz contra esta enfermedad. Lind agrupó de dos en dos a varios marineros enfermos y les asignó alguno de los seis tratamientos para el escorbuto que estaban en boga: sidra, ácido sulfúrico, vinagre, agua de mar, nuez moscada o dos naranjas y un limón. Las frutas ganaron sin lugar a dudas, y más adelante el Almirantazgo ordenó que se abastecieran todos los buques con jugo de limón con lo cual, para fi nes del siglo XVIII, la temible enfermedad había desaparecido de la Armada Real.
Este libro que podéis descargar a continuación, explica la importancia de las pruebas y los ensayos de los tratamientos antes de darlos por válidos.
Cómo se prueban los tratamientos (.pdf)
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