Por los bibliotecarios especializados en Ciencias de la Salud.


Llevo tiempo con ganas de escribir esta entrada, pero no encontraba tiempo para sentarme tranquilamente a escribir.

En la entrada anterior os comenté que los bibliotecarios españoles de Ciencias de la Salud nos habíamos reunido y organizado para colaborar entre nosotros y ayudar así a nuestros usuarios. Queríamos optimizar el tiempo, ahorrar esfuerzos y mejorar los resultados de nuestro trabajo. Muchas bibliotecas de hospital cuentan con una sola persona al cargo. Algunos hospitales, por ejemplo La Princesa (Madrid) o el Universitario de Salamanca, han perdido a la bibliotecaria que tenían en plantilla y ahora no tienen especialistas que den un servicio de calidad a los trabajadores de estos hospitales. También hay hospitales que nunca han tenido biblioteca médica, como es el caso de muchos hospitales privados. Incluso algunas bibliotecarias tienen que dar servicio en más de una biblioteca de hospital. Resumiendo: si normalmente el volumen de trabajo da para no quedarte dormido en los laureles, suponíamos -con bastante acierto- que la situación provocada por el COVID-19 nos traería mucho más trabajo. Y que no sólo nuestros usuarios tendrían necesidad de localizar información fiable, también los usuarios de estos hospitales que no tienen biblioteca, o incluso población en general.

Como sabéis por las entradas que he ido publicando a lo largo de los años o por algunos de mis tuits, las bibliotecarias (o documentalistas) especializadas en Ciencias de la Salud nos dedicamos a muchas y variadas tareas, desde la búsqueda en diferentes bases de datos para localizar literatura científica, ayuda a los investigadores para entender y navegar por los mares de las acreditaciones, apoyo a los autores que quieren publicar (adecuación del manuscrito, revisión de las citas y bibliografía, localización de revistas donde publicar, explicar en qué consiste el Open Access y qué son las revistas depredadoras, los APC y los repositorios, etc.), formación especializada… En la mayoría de los casos ahorramos mucho tiempo a los usuarios. Tiempo que estos sanitarios dedican a atender a los pacientes, a investigar o a publicar. Y ese tiempo que el profesional sanitario no dedica a buscar información, es dinero que le está ahorrando a su empleador, ya que lo invierte en lo que realmente sabe hacer y no en algo que puede hacer otro profesional, en este caso un bibliotecario o documentalista. Me gusta explicar esto porque a veces hay gente que me dice que no somos necesarios, que los profesionales sanitarios pueden hacer ellos mismos las búsquedas, por ejemplo. Sí. Tienen toda la razón. Y también pueden limpiar el quirófano antes de cada operación. Y atender las llamadas de los pacientes y llevar la agenda de citas. No es que no sepan, es que hay otros profesionales mejor formados para hacer esas otras tareas. Y entre todos, cada uno haciendo su trabajo, mejoramos los resultados en conjunto.

Durante el estado de emergencia generado por el COVID-19 los bibliotecarios que estamos trabajando en equipo estamos dando servicio a nuestros usuarios compartiendo el conocimiento que tenemos entre nosotros y evitando reinventar la rueda si algo ya lo había hecho otro compañero. Pero hemos ayudado también a los usuarios huérfanos de bibliotecas que no tenían a un profesional de la información a quien acudir. Hemos querido ayudar, apoyar y ahorrar tiempo a los profesionales que estaban atendiéndonos a nosotros, los pacientes.

Genially creado por Concha Campos

Os decía al principio que creamos un grupo de Whatsapp que sirviera de medio de comunicación rápido entre nosotros. También tenemos un espacio en Google Drive donde hemos organizado en carpetas por temas y/o especialidades toda la información que vamos localizando. Algunos archivos pueden ir en varias carpetas, así que se duplican. Al principio compartimos estas carpetas con los profesionales, pero nos dimos cuenta de que algunos archivos desaparecían y otros se duplicaban en la misma carpeta, así que decidimos cerrar ese acceso y ofrecer la información de manera abierta a través de una web. Creamos un site de Google donde se pueden consultar todos los documentos. En este momento nos encontramos en fase de unificar títulos y crear las bibliografías de cada apartado para facilitar su consulta y que quienes vayan a utilizar los documentos puedan citarlos de forma apropiada. Tenemos también una cuenta en Gmail para recibir las dudas y peticiones de información. Y el hashtag que desde el primer día usamos en twitter: #AyudaBiblioteca y #JuntosParaAyudarte

La coordinación del grupo es bastante horizontal. No hay nadie en especial que lidere y todos participamos en la medida en que nuestro trabajo diario, obligaciones familiares y estado anímico nos lo permiten. Unos días unos están más que otros y otros días es al revés. Las dudas sobre organización del material, cómo contestar una pregunta llegada al grupo o dónde localizar información se hace desde el Whatsapp. Tenemos respeto, coordinación, camaradería, ayuda y buen humor. Ha sido un movimiento de nacimiento espontáneo y por ahora no nos hemos planteado qué pasará cuando termine esta pandemia. Pero nos está sirviendo para ver nuevas formas de trabajo, nuevas herramientas colaborativas, compañeros que hasta ahora no conocíamos. Hoy, con este post, quiero dar las gracias y mostrar mi admiración y respeto por mis colegas de profesión. Encontrarte gente así hace que me guste, aún más si cabe, mi trabajo.

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#Covid19 #AyudaBiblioteca


Ya hace más de una semana que estamos en cuarentena. Esta misma semana, los bibliotecarios de Ciencias de la Salud de España (bibliotecarios de hospital, de universidades, de colegios oficiales, de sociedades científicas…) nos reunimos virtualmente para buscar formas de colaborar juntos y dar servicio a nuestros usuarios y a la población en general. En esta reunión virtual decidimos crear un grupo de whatsapp para comunicarnos más rápidamente y una carpeta en Drive donde subir documentación y trabajo interno.

La idea es optimizar el trabajo, sobre todo la localización de información fiable, porque supusimos -y acertamos- que íbamos a recibir peticiones muy similares por parte de nuestros usuarios. Entre todos, más de 70 participantes, hemos creado varios documentos de trabajo interno donde vamos recogiendo diferentes estrategias de búsqueda sobre el COVID-19 relacionado con otras patologías o temáticas.

En twitter hemos creado el hashtag #AyudaBiblioteca para poder seguir las consultas que nos hacen y poder dar respuesta unificada.

En definitiva: las bibliotecas de vuestros centros son importantes. Muchas veces pasamos desapercibidos, pero estamos dando apoyo constante, ahorrando tiempo de búsquedas para que nuestros sanitarios se puedan dedicar a lo realmente importante: cuidar de la población. Entre todos, personal de limpieza, restauración, logística, bibliotecas, etc. queremos y estamos para dar cobertura a nuestros sanitarios. Hacemos nuestro trabajo para que ellos se puedan centrar en el suyo.

Parafraseando Amanece que no es poco: «Todos somos contingentes, pero nuestra Salud Pública es necesaria».

Cómo hacer un póster a distancia


Twitter en Bibliosalud 2011 (vía http://bibliovirtual.es)

De los congresos se vuelve con las pilas cargadas, las ilusiones renovadas y los objetivos un poquito más claros. Las jornadas de Bibliosalud2011 han sido un cóctel de los ingredientes perfectos para recordarme que estoy haciendo el trabajo que me gusta y, al mismo tiempo, que me queda mucho camino por recorrer en este mundo, muchas cosas por aprender y llevar a cabo. He vuelto con ideas que me gustaría poner en práctica, aunque últimamente estoy tan saturada de trabajo que no sé cuándo podré desarrollarlas como me gustaría, pero lo voy a intentar.

Como en muchos eventos de este tipo, el 80% de lo aprendido ha sido a partir de conversaciones con los colegas de profesión y el 20% restante gracias a las comunicaciones orales y los póster presentados. La verdad es que este año me ha dado la sensación de que reinventábamos un poco la rueda hablando de la web 2.0 y su aplicación en las bibliotecas. Creo que no es sólo la aplicación de estas herramientas lo que cada día debería ser lo habitual, sino el uso por parte de nuestros usuarios y la interacción con ellos a través de estos medios.

Como ya comenté en el post anterior, Paula Traver (bibliotecaria/documentalista del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón) y yo presentamos el póster «Utilización de Twitter como apoyo a los servicios bibliotecarios en ciencias de la salud«. ¿Y cómo se trabaja con alguien que vive a poco más de 300km de distancia? Teniendo en cuenta, además, que nunca hemos coincidido presencialmente, el uso de Internet se hizo indispensable.

Para hablar utilizamos:

Para gestionar la documentación que íbamos localizando y generando:
  • Zotero: para las referencias bibliográficas de los artículos relacionados con nuestro tema de estudio.
  • SurveyMonkey: encuesta que pasamos a los bibliotecarios/bibliotecas con cuenta en Twitter. Para difundirla utilizamos este mismo blog, la página de Bibliovirtual en Facebook, Twitter, la lista de distribución Bib-Med y el correo electrónico.
  • Dropbox: para guardar y compartir los artículos de la bibliografía, para compartir el ppt del póster y gestionar las versiones (te invito a que te abras una cuenta, si sigues este enlace nos dan 250 MB de espacio gratis a cada uno -gracias-)
  • Google Docs: para compartir los gráficos que habíamos creado en Excel.
Para crear la documentación:
  • Google Docs: para generar los textos del resumen y del póster.
  • Power Point: para crear la diapositiva del póster.
  • Google Maps: para crear un mapa de localización de usuarios con cuenta en Twitter.
  • La última herramienta que hemos usado ha sido Wordle, para crear una nube de usuarios, a los cuales ponderamos según el uso y acceso que hacían de la cuenta, de manera que su tamaño en la imagen mostrara el uso que hacían de Twitter.
Consideraciones: a medida que íbamos avanzando en la realización del póster localizábamos más cuentas de twitter que encajaban en nuestro propósito para ser motivo de estudio. Llegamos a un punto en el que decidimos no seguir incluyendo más cuentas (paramos al llegar a 46) para empezar con el estudio en sí. Las conclusiones las tenéis en el póster:

Márketing Bibliotecario


El jueves pasado publiqué un post comentando la iniciativa que iba a llevar a cabo el lunes en el Hospital. La idea era dar a conocer la Biblioteca (y a la Bibliotecaria) a los usuarios potenciales que pasaran por la cafetería. Dejadme que os comente un poco cómo ha salido todo:

Para acompañar la iniciativa, el fin de semana horneé unas galletas. A pesar de que aún no sé a ciencia cierta cuántos de mis seguidores de Twitter, Blog o Facebook trabajan en el hospital del Vinalopó, el sábado publiqué las fotos de las galletas, para ir motivando y adelantando un poco de información. Creando expectativas.

El domingo por la noche me puse en contacto con el departamento de Sistemas del Hospital, para cerciorarme de que el lunes tendría preparado el portátil que había solicitado para la actividad. Me respondieron inmediatamente que el portátil estaba listo y que podía pasar a recogerlo a cualquier hora.

El lunes por la mañana llevé las galletas (las que había hecho el sábado más una #MegaGalleta que hice el domingo por la noche), recogí el portátil, un cartelito muy simple con la leyenda «Conoce la Biblioteca del Hospital ¡Acércate y pregunta!» y toda mi buena voluntad y me fui a la cafetería.

Los problemas que me encontré:

  • Apenas llegaba la señal de la conexión WiFi, por lo que la conexión a Internet iba muy lenta y muchas veces la página no terminaba de cargar.
  • No recordé que necesitaba un soporte para colocar el cartel, ya que no se pueden poner carteles en las paredes (debí pensarlo antes, pero para la próxima no se me olvida).
  • No había enchufes, por lo que no pude conectar el portátil a la red eléctrica. La «actividad» duraría lo que me permitiera la batería del portátil.
  • La mayoría no me conocía personalmente-físicamente y, sin el cartelito, no tenía más remedio que ir directamente a presentarme e invitarles a sentarse (y tomar galletas) si querían/tenían tiempo.

Lo bueno:

  • El personal estaba receptivo a la idea. Parecía que se alegraban de contar ya con una Biblioteca y de poder empezar a utilizarla.
  • Debido a la lentitud de la conexión y a que tenían que volver a sus tareas laborales, concertamos una sesión formativa por servicios. Esto me permitiría conocer a más usuarios, que éstos me conocieran a mí y conseguir que los servicios de la Biblioteca sean utilizados por más gente (que, al fin y al cabo, es de lo que se trata).
  • Algunos usuarios aprovecharon la sesión para darse de alta en el sistema (el famoso «poyaque» que comentaba el jueves pasado).
  • Escuché necesidades en cuanto a publicaciones y comprobé si la web era usable (tendré que modificar alguna cosa).
  • Dejé bien claro que siempre que haya una duda, por nimia que sea, o un problema con el acceso a algún servicio, voy a estar detrás del correo electrónico para contestar y solucionar las dudas que surjan. Pero que también se puede probar suerte mediante el teléfono o el sistema de referencia online (chat) disponible en la página web.

Servicios que se sentaron a conocer la Biblioteca:

  • Urología
  • Medicina Interna
  • Medicina Nuclear
  • Anatomía Patológica
  • Enfermería

Resultados:

  • Contacto con usuarios potenciales que pasan a ser usuarios reales.
  • Difusión del servicio de Biblioteca entre compañeros (las recomendaciones y el boca a boca son muy importantes).
  • Solicitud de cursos de formación personalizados, tanto de uso de los servicios de la Biblioteca como de búsquedas bibliográficas.
  • Sesión formativa general para la próxima semana en el Salón de Actos del Hospital, a petición de varios servicios, y dirigido a todas aquellas personas que estén interesadas en asistir (se ha enviado un correo a todos los empleados del Hospital)
  • Sólo quedaron 2 galletas (las que veis en la foto), pero que me las terminé antes de llegar a casa.

Valoración:

Positiva. A pesar de la vergüenza del principio y de que estaba un poco nerviosa, al final todo ha salido bien y creo que se han cubierto mis expectativas. Ha sido un primer paso y creo que ha merecido la pena.

Tómate un café en la Biblioteca


Una de las cosas buenas de montar una biblioteca es darla a conocer. Una Biblioteca Virtual a la que se puede acceder desde cualquier ordenador puede ser una excusa perfecta para no acercarse por el lugar físico donde se encuentra ubicada. ¿Y entonces qué? Entonces los usuarios no conocen físicamente a la bibliotecaria (o bibliotecario) y no preguntan si tienen dudas de cómo acceder a un recurso.

He decidido que no quiero que esto pase en la Biblioteca del Hospital del Vinalopó, que empiezo a montar ahora. ¿Cómo dar a conocer la Biblioteca? Están los métodos habituales: una reunión con el Comité de Dirección, un correo electrónico a los jefes de servicio, el «boca a oreja» de los usuarios que ya sabían de la Biblioteca porque habían trabajado anteriormente en el Hospital de Torrevieja (cuya Biblioteca también llevo yo)… Pero eso puede no ser suficiente. Me interesa que se me conozca personalmente, no ser sólo un nombre en la lista de contactos del Outlook o una dirección de correo genérico. Me interesa que los usuarios sepan a quién tienen que dirigirse si tienen cualquier pregunta sobre la Biblioteca.

¿Qué se me ha ocurrido? Acercar la Biblioteca a los Usuarios. La experiencia en Torrevieja me ha enseñado que los usuarios aprovechan el rato del café para pedirme información, artículos o búsquedas bibliográficas haciendo uso del famoso «poyaque» («Anda, María, ‘po’ ya que te veo…»). ¿Por qué no utilizar yo también el «poyaque» para enseñar la Biblioteca? Así que el próximo lunes me parapetaré en la cafetería del Hospital con un portátil, una sonrisa y dispuesta a explicarle a quien quiera sentarse 5 min. el uso de la Biblioteca.

¿Qué os parece la idea? Os contaré el resultado la próxima semana.

El tiempo es oro


time=money

¿Y qué tal si los bibliotecarios médicos empezamos a «vendernos» en condiciones? Es decir, ¿qué es lo que la empresa -el hospital, por ejemplo- gana con nosotros?

Tal vez, con la Biblioteca Médica, no gane dinero directamente (y es por eso que no entramos en los programas de incentivos de la empresa), pero sí somos capaces de ahorrarle dinero. Por ejemplo, si el tiempo que tarda un médico (o cualquier otro trabajador sanitario del hospital) en hacer una búsqueda bibliográfica y/o localizar un artículo a texto completo lo dedica enteramente a tratar a un paciente o pasar consulta, la empresa sale ganando. Pero para que ese tiempo lo pueda dedicar al paciente y no a la búsqueda es necesario que cuente con la ayuda de una persona experta: un bibliotecario.

La Biblioteca Médica no es sólo un requisito imprescindible para conseguir la acreditación ante el Ministerio y poder tener Residentes MIR. Somos un servicio imprescindible para mejorar la atención al paciente, impulsar la formación continuada del personal sanitario, facilitar la investigación y, por lo tanto, la publicación.

El cartel lo he sacado de esta página, perteneciente a la «Greater Midwest Region» de la NNLM. En ese enlace podéis localizar más material promocional.

¿Alguien conoce de material similar en castellano? ¿Alguien se anima a diseñar uno y compartirlo con nosotros? Me encantaría tener uno para poder ponerlo en mi blog (y en mi biblioteca si me lo permiten).

Para el debate: ¿Hay biblioteca médica en tu hospital? ¿Cómo la ves?

 

Innovando con lo de siempre


¿Y quién dijo que para innovar se necesitan nuevos instrumentos? Tal vez una buena forma de innovar sea utilizar un nuevo método con las herramientas de siempre. Se pueden hacer las cosas bien de forma distinta a la habitual. En las bibliotecas también.

I’ll blow your mind, I’ll show you how to find


Creo que no me cansaré nunca de comentar aquí, decir en twitter, contar a mis amigos, conocidos y gente que me siga, lo orgullosa que me siento de formar parte del gremio de bibliotecarios/archiveros/documentalistas. Y no me refiero sólo a las ciencias de la salud, sino a todos los ámbitos (y son muchos: universidades, colegios, bibliotecas públicas, museos, centros de documentación, medios de comunicación, archivos, empresas privadas y públicas…). Creo que las nuevas tecnologías nos han dado una libertad tremenda a la hora de desarrollar nuestras habilidades de búsqueda, almacenamiento y difusión de la información (entre otras cosas). Nos han dado también la oportunidad de poder desterrar la imagen de bibliotecarios huraños, encerrados en bibliotecas silenciosas y molestos por el menor ruido. Las nuevas tecnologías nos han permitido desarrollar (más) nuestra faceta docente. Como dicen en el video que os pondré en un momento: «I’ll blow your mind, I’ll show you how to find».

Hoy os voy a presentar a Nieves González, bibliotecaria de la Universidad de Sevilla y profesora de Biblioteconomía de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla. Ella es de las que hacen escuela en esto de las bibliotecas 2.0. De hecho, su blog se llama así: Bibliotecarios 2.0: experimentación y aprendizaje. De él (que espero que visitéis porque se puede aprender mucho), copio este video realizado por el personal bibliotecario (y algunos estudiantes) de la Universidad de Washington

Va por mis colegas de profesión


Hoy voy a hablar un poquito sobre mis colegas de profesión: bibliotecarios de Hospital y de Universidad (facultades de ciencias de la salud). Son ellos los que se encargan de localizar la información que el usuario necesita, buscando en catálogos, bases de datos, buscadores, revistas, libros, redes sociales, preguntando a otros colegas por teléfono, correo o listas de distribución o incluso localizando al autor de un artículo o un trabajo para pedirle ese artículo para el usuario.

Todas las bibliotecas cuentan con un fondo de revistas y libros. Cada vez más revistas y menos libros, y los libros tienden a ser electrónicos debido a la facilidad de este formato para actualizar contenidos. Pero tener las revistas suscritas no implica que podamos acceder a ellas, ¿por qué? Muy bien, os voy a copiar y pegar un «cuento» que enviaron no hace mucho a la lista de distribución BIB-MED. No voy a dar «nombres» ni «comunidades autónomas», pero quiero dejar aquí la historia para que opinéis, para que sepáis que a estas alturas todavía estamos como en el colegio (y hablo en sentido figurativo). Desde este blog, mi apoyo a mis compañeros a quienes tanto les complican su trabajo. Contad conmigo si necesitáis cualquier cosa:

Ha llegado el momento de contaros un cuento. *No os perdáis el final (es de lo más interesante).*

Había una vez unos bibliotecarios de Ciencias de la Salud en una Comunidad Autónoma de España, que tenían el anhelo y la necesidad de que sus usuarios fueran felices con sus bibliotecas. Esto suponía ponerse a trabajar en crear una biblioteca virtual que diera a todos la mayor y mejor información posible para realizar sus tareas asistenciales, investigadoras y de formación continua posible.

Con el paso del tiempo y, aunque las plantillas de estas bibliotecas eran y son claramente insuficientes, trabajaron mucho mucho mucho y por fin vieron una lucecita al final del túnel: consiguieron que se aumentaran los presupuestos para suscripciones y bases de datos y que los usuarios empezaran a estar muy muy contentos, pues ya tenían acceso a muchísima más información y muchísimo más rápido.

Esta buena noticia incluía a nuestros propios usuarios y a las bibliotecas externas que nos solicitaban artículos.

Pero un día de agosto de 2009, algún ser supremo de otra Consejería, decidió que se leía mucha prensa en el trabajo y que eso hacía mermar la productividad de los trabajadores de toda la Comunidad Autónoma, y se optó por impedir el acceso a muchas de las suscripciones electrónicas y de bases de datos como PubMed.

Contrataron a una empresa externa para que filtrara las URL y entonces ¡Dios mío! ahí entraban las revistas médicas y de investigación y desde entonces hay revistas de Ginecología que las “categorizaba” como “contenidos para adultos” o de Pediatría que las “categorizaba” como “contenido pederasta” o PubMed que lo “categorizaba” como “prensa”, a las que no podía acceder.

Los bibliotecarios se quejaban, lloraban, explicaban y suplicaban que esto era un esperpento y un despropósito, pero no conseguieron nada y el ser supremo seguía sin solucionar el problema.

*¿Cuál es el final del cuento? Os preguntaréis. Pues que éste no es un cuento: es la realidad que estamos viviendo los bibliotecarios de Ciencias de la Salud de la Comunidad Autónoma de [***] y todos nuestros usuarios y que, de momento, no tiene visas de ser solucionado.*

*Yo, desde aquí, pido perdón a todos ellos por haberles hecho creer que íbamos en el buen camino para conseguir una buena Biblioteca Virtual y decirles también que NO NOS HEMOS RENDIDO.*

Yo añado que cuentan con el apoyo del resto de bibliotecarios, que entendemos la incongruencia de esta situación y que estamos aquí para lo que necesitéis.

Difusión de servicios bibliotecarios


Las bibliotecas son «entes» dinámicos que van cambiando con los tiempos. Se adaptan a los nuevos conceptos de información, a las nuevas necesidades y a los nuevos usuarios.

Las bibliotecas cubren las necesidades de sus usuarios, pero hay mucha competencia: ¿quién no ha ido a leerse un libro a una cafetería que además tenía conexión wifi? ¿quién no ha buscado en google la respuesta a alguna pregunta que antes le habría contestado casi exclusivamente su bibliotecario?

Yo soy la primera que aboga por no encorsetar las bibliotecas en roles anticuados. También es verdad que hay muchos tipos de bibliotecas, pero de una forma u otra, todas evolucionan. Mi Biblioteca (donde trabajo) es virtual. Obviamente, existe un lugar físico con ordenadores donde los usuarios pueden ir a leer, conectarse a Internet o a trabajar, pero también pueden acceder a los recursos de la Biblioteca desde cualquier ordenador del hospital. Se pueden poner en contacto conmigo personalmente acudiendo a la Biblioteca, pero también vía telefónica, correo electrónico o incluso por chat. ¿Y cómo doy a conocer la Biblioteca? En el hospital no existe cartelería que indique dónde se encuentra físicamente ubicada, sólo si accedes a la intranet, al «Portal de Comunicación Interna», podrás ver el enlace a la web de la Biblioteca.

En su momento diseñé unas tarjetas de visita con mis datos de contacto y la dirección del blog (nació como parte de los servicios de la Biblioteca, aunque ahora se haya desligado del hospital para ser uno de mis pasatiempos). Envío correos electrónicos a los jefes de servicio cuando oferto cursos y no pierdo ocasión de contarle a todos mis usuarios potenciales los servicios que les ofrece la Biblioteca del hospital. Pero hay veces que esto parece que se queda corto. El otro día redescubrí la página Dvolver (desafortunado nombre para los castellanoparlantes). Se trata de un servicio que permite crear pequeños clips de película animada, con unos personajes, decorados y situaciones predefinidos que nosotros podremos montar a nuestro gusto y luego añadirle el diálogo que más nos interese.

Os dejo un pequeño ejemplo y os animo a probarlo. Además de dar publicidad a los servicios de la Biblioteca, lo podéis utilizar para crear historias, invitar a una fiesta a vuestros amigos, felicitar el cumpleaños a alguien… echadle imaginación y compartid el resultado :)

Título del videoclip: Biblioteca Virtual (atención, tiene sonido)

dirigido por : tu bibliotecaria

http://www.dvolver.com/live/movies-375689
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